El ojo humano funciona como un complicado sistema óptico cuyo fin es conseguir que las imágenes del exterior se enfoquen en la retina. Los defectos refractivos provocan que la imagen se enfoque por delante o detrás de la retina percibiéndose desenfocada y están relacionados con alteraciones de cornea, el cristalino o la longitud del globo ocular.
• MIOPIA: la imagen se enfoca delante de la retina, ocasionando una mala agudeza visual para lejos.
• HIPERMETROPIA: la imagen se enfoca por detrás de la retina con una mala agudeza para cerca.
• ASTIGMATISMO: cuando la córnea no presenta la misma curvatura en todas sus zonas y la luz incide en varios puntos o ejes provocando la visión borrosa y distorsionada.
• PRESBICIA: es la pérdida del poder acomodativo del cristalino que acontece a partir de los 40 años obligando a precisar unas gafas para visión de cerca (leer, coser…)
Todos estos defectos pueden ser corregidos con gafas/lentes de contacto o con CIRUGIA REFRACTIVA